Día 1 (19 de junio): Tomate bueno, la capital del jamón y toma de contacto con el muestreo
Hoy el equipo Alpujarreño empieza el día desayunando en la Finca los Llanos (Capileira), cogemos fuerzas y salimos en busca del primer punto de muestreo. Varias orquídeas dedaleras y rascaviejas más tarde, llegamos al TRE-2, en el río Trévelez, que nos recibe con un pequeño chaparrón (nada que consiga pararnos los pies). Hugo y Javi se estrenan con los macroinvertebrados junto con Vanesa, mientras el resto del equipo — Lucia al cuadrado, Rebeca, Sandra y Sergio — se ocupan de fisicoquímicos y caudal. Este ratito lo aprovechamos para integrar el arte del muestreo y para conocernos un poquito más.
Ya de vuelta en Trévelez nos esperan unos buenos platos aplujarreños, tomate aliñao y jamón para celebrar el éxito del muestreo, mientras Javi y Lucía secan sus jamones sudados y escaldados al aire.
Volvemos a Pampaneira no sin antes detener la ACAneta varias veces en el camino al grito pelao’ de Sergio de “PARA PARA, UN BICHO” (refiriendose a un pájaro), y logramos ver águila calzada y real.
En el pueblo nos encontramos con el Instagram de la época, los tinaos, y con una fuente que asegura bodorrio inmediato a quien beba de ella.
Paseando por sus calles, decidimos entrar a la tienda de chocolate de la Abuela Ili y al taller de jarapas, en el que Ana nos deja alucinadas poniendo en marcha el telar. Pasamos de entrar en la famosa tienda de caramelos porque comienza a hacerse tarde; una lástima, con lo apetecibles que sonaban los caramelos de jamón…
Ya de vuelta en la finca, toca lamaravillosa labor de desinfectar: que “empapen” bien de lejía los vadeadores (que nunca se secarán), las botas y algunos calcetines malolientes (por lo que sea). Pasamos un ratín en la piscina, pero unos truenos amenazan a lo lejos (o no tan lejos) y nos dicen que ya es hora de ir a cenar con nuestro amigo el camarero “Pelayo”, así que toca despedir el día de hoy. Mañana más pero no mejor, porque es imposible.