Sierra Nevada, diferente a los demás parques nacionales

Día 1, 23 de septiembre

Primer día de voluntariado, quedamos por la tarde en la estación de autobuses de Granada con los voluntarios de este campo que ya están deseosos de que empiece.

No tenemos tiempo para descansar y, antes siquiera de pasar por nuestro primer alojamiento, nos dirigimos a Pinos Genil. Allí encontramos las instalaciones administrativas del Parque Nacional de Sierra Nevada junto al C.R.E.A. El Blanqueo. Allí José Miguel Barea, trabajador de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía (AMAyA), nos dio una charla acerca del Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada.

Este proyecto tiene como finalidad ampliar y gestionar la información relacionada con los impactos del cambio climático sobre los ecosistemas del parque y José Miguel nos explica las vías de investigación que tienen abiertas y los resultados que están obteniendo.

Una vez terminada la charla nos dirigimos al primero de nuestros alojamientos, situado en Capileira.

Una vez allí los monitores explican el proyecto de la asociación, dan una breve explicación introductoria a lo que serán los muestreos y repasan con los voluntarios el cronograma del campo de voluntariado.

Tras estas charlas y unas breves introducciones por parte de los voluntarios nos disponemos a cenar y a descansar para empezar al día siguiente con fuerzas para el primer muestreo.

Día 2, 24 de septiembre

Para empezar este segundo día de voluntariado volvemos a las instalaciones administrativas del parque para que Javier, técnico del parque nacional, nos explique cuáles son los valores naturales y sociales de este parque y responder a las preguntas de nuestros voluntarios que se interesan, por ejemplo, por los principales problemas que tienen que gestionar los trabajadores del parque.

Tras esta primera charla M.ª Carmen Fajardo, trabajadora de AMAyA, nos explica cuáles son los trabajos que realizan ellos con macroinvertebrados acuáticos, cuál es el protocolo que siguen y que resultados obtienen en los ríos del parque. Esta es una valiosa charla para los voluntarios ya que en el campo de voluntariado seguirán el mismo protocolo que los trabajadores de AMAyA y nuestras muestras servirán en el seguimiento ambiental que realizan.

Después de finalizar ambas charlas nos dirigimos al primer punto de muestreo donde se les explicará en detalle a los voluntarios como proceder.

Una vez llegamos allí comemos a la orilla del río Genil donde nos obsequia un mirlo acuático (Cinclus cinclus) con una pasada a ras del agua a escasos metros de nosotros.

Terminado el primer muestreo, que discurre sin incidentes, nos acercamos a la Hoya de la Mora para hacer una pequeña ascensión al Veleta y disfrutar del atardecer rodeados por acentores alpinos (Prunella collaris).

A la bajada, el pico nos despide con algunas gotas de lluvia y, entendiendo el aviso, nos montamos en la furgoneta para volver al alojamiento, cenar y descansar.

 

Día 3, 25 de septiembre

El tercer día amanece despejado, y hacía falta ya que, después de un buen desayuno, nos vamos a realizar un transecto de mariposas en Pitres con Miguel Olvera.

Durante el transecto, Miguel explica cómo se llevan a cabo y vamos viendo una gran variedad de especies como la canela estriada (Lampides boeticus) o el festón blanco (Hipparchia fidia).

El recorrido es circular y pasa por diversos ecosistemas para encontrar la máxima diversidad posible y que así sea representativo de las especies de la zona.

Nos despedimos temporalmente de Miguel y continuamos el día con el segundo punto de muestreo. Se trata del río Poqueiras y tras una pequeña ruta por el encinar colindante llegamos al destino.

Comemos tranquilamente cerca del río, como ya es costumbre, y preparamos todos los materiales del muestreo. Este se realiza sin mayores dificultades y los voluntarios poco a poco le van pillando el truco.

Una vez acabado el muestreo recogemos todo y nos disponemos a recorrer el camino de vuelta, no sin antes pararnos a admirar el tranquilo caminar de un sapo común (Bufo spinosus) que se dirigía hacia el río y no pasó desapercibido ante la mirada de nuestros voluntarios.

Al regresar, pasamos rápidamente por nuestro alojamiento para cenar, pero no tenemos mucho tiempo ya que nos espera Miguel de nuevo, esta vez para un censo de mariposas nocturnas. Hoy es el día de los lepidópteros y no podíamos dejar de lado a un grupo tan importante y desconocido como es el de las mariposas nocturnas.

Mientras nos esperaba, Miguel había montado la trampa y, cuando llegamos, nos va contando cual es el procedimiento que hay que seguir para el estudio. Una vez explicado todo nos empieza a mostrar la gran diversidad de especies que se pueden encontrar y nos hace ver la ignorancia que tenemos respecto a estos animales.

Algunas de estas especies fueron Lygephila craccae y Cymbalophora púdica, con algunas visitantes inesperadas como las avispas Ophion sp. o el gran avispón europeo (Vespa crabro).

Y ahora sí, a las horas avanzadas de la noche a las que terminan de trabajar los encargados de muestreos de lepidópteros nocturnos, nos dirigimos al alojamiento para descansar y afrontar el día siguiente con ganas.

Día 4, 26 de septiembre

El cuarto día está dedicado al muestreo, nos tocan dos puntos en el río Poqueira y están bastante separados entre sí.

Para el primero pasamos por la Hoya del Portillo y nos disponemos a realizar una ruta algo larga hasta llegar al primer punto. En la ruta nos acompañan collalbas grises (Oenanthe oenanthe) y cernícalos vulgares (Falco trinnunculus) mientras andamos por paisajes clásicos de la montaña de Sierra Nevada, y siempre con cuidado de no pisar algún endemismo como la chicharra de Sierra Nevada (Baeticus ustulata).

Comimos rodeados por un pintoresco rebaño de cabras que pastaban cerca del área recreativa de la Hoya del Portillo y, una vez acabado el picnic, partimos al siguiente punto, cerca de la central hidráulica del mismo río.

Mientras muestreamos la meteorología nos da un respiro y cubre el cielo con nubes que hacen un poco mas llevadero el trabajo bajo el sol. Los voluntarios, que ya se han aprendido el protocolo, realizan rápido el muestreo y podemos volver con algo de tiempo para recuperarnos de un día de caminatas y muestreos.

 

Día 5, 27 de septiembre

No hay días tranquilos en este campo de voluntariado y hoy, igual que cuarto día, nos disponemos a realizar dos puntos de muestreo en el río Trevélez.

El primero es en la parte alta del río y para acortar un poco la ruta los compañeros de Nevadensis nos acercan por pistas en todoterreno. Durante el trayecto nos cuentan un poco como es el trabajo de guía en un sistema montañoso tan peculiar que tiene actividad tanto en verano, por los senderistas que aprovechan el buen tiempo para caminar, como en invierno, por gente más especializada en deportes de invierno.

La ruta la realizamos por una acequia tradicional, un sistema de riego pasivo que aprovechaba las aguas de lluvia y deshielo y las distribuía por las laderas más secas para maximizar los pastos de la montaña.

Al llegar nos alegra ver que el cauce lleva agua y podremos realizar el muestreo de forma normal. En estas fechas la meteorología es más suave y los arroyos llevan agua, pero a mediados de verano no es raro ver cauces secos.

Después del picnic reglamentario en campo, volvemos al lugar donde nos esperaba el todoterreno y nos dirigimos al alojamiento ya que la ruta de ida y vuelta hasta el punto han sido aproximadamente tres horas andando y, con un muestreo entre medias, no conviene forzar.

De vuelta ya en el alojamiento llegamos a la cena con las ganas propias de alguien que lleva todo el día andando y ya no quedan energías mas que para llegar a la cama y terminar el día.

Día 6, 28 de septiembre

El sexto día toca cambio de alojamiento por lo que nuestros voluntarios hacen las maletas por la mañana y nos disponemos a montar el “tetris” en el maletero que, entre equipaje y material, no es una tarea nada fácil.

Pero antes de ir a Almería, donde se encuentra nuestro siguiente alojamiento, debemos terminar con el río Trevélez haciendo los muestreos de la parte media y baja.

Son puntos fáciles y que están cerca entre sí, al primero llegamos por una ruta que asciende bordeando el río. Un paseo agradable de una hora aproximadamente, cobijados por la sombra de sauces (Salix sp.) y chopos (Populus sp.).

Realizamos el muestreo sin demora y nos dirigimos al segundo, cerca de donde estaba la furgoneta aparcada.

Al finalizar este segundo muestreo, nuestros voluntarios se dedican a desmantelar una presilla artificial. Estas “construcciones”, muchas veces realizadas por diversión o para desviar el agua de su cauce natural, alteran el ecosistema y las dinámicas fluviales que se dan en el río de forma natural, por lo que siempre es conveniente deshacerlas repartiendo de forma aleatoria las piedras que la conformaban.

Una vez recuperada la corriente natural, comemos tranquilamente y, esta vez sí, nos subimos a la furgoneta para ir a la parte almeriense del parque, algo menos conocida.

Lo que quedaba de tarde de este sexto día se dejó para instalarnos en la que sería nuestra residencia para el resto de días del campo y poder recuperar un poco de energía tras un par de días de muestreo intenso.

Día 7, 29 de septiembre

El séptimo día viene bien cargado de actividades. Empezamos la mañana con un par de muestreos en el río Andarax.

En el primero coincidimos con un equipo de grabación, pero, por suerte, estaban grabando unos metros más abajo de nuestro punto y no interfirieron en el proceso. Un punto tedioso, lleno de detrito vegetal por lo que había que tener cuidado con la toma de muestra. Sin embargo, estos tramos de río siempre son ideales para encontrar larvas de libélulas y caballitos del diablo (Odonata).

Al llegar al segundo muestreo no nos sorprende que no corra agua en la zona, ya habíamos sido avisados por los trabajadores del parque de que en ese tramo se sumerge el río cuando no lleva mucha agua. Nos comentan que ellos tienen un punto alternativo pocos metros más arriba, antes de que se sumerja, por lo que llevamos a cabo el muestreo en ese lugar, anotando debidamente el incidente.

Tras un breve descanso para comer, nos dirigimos a Cabo de Gata para visitar las salinas y observar la diversidad de aves que albergan y acercarnos a ver, desde el mirador, el Arrecife de las Sirenas. Damos un breve paseo por la costa y nos dirigimos de nuevo a Laujar de Andarax, donde se encuentra nuestro alojamiento.

Allí cenamos tranquilamente, pero ahí no acabó el día. Por la noche nos acercamos a Roquetas de Mar para realizar una ruta en la cual se realizan censos poblacionales de camaleón común (Chamaeleon chamaeleon). Ahora sí volvemos a descansar, después de haber estado contemplando varios ejemplares de un animal tan sorprendente y tranquilo.

Día 8, 30 de septiembre

Nos acercamos al final de este voluntariado y ya se notan los días que llevamos a la espalda.

La mañana del octavo día la dedicamos a muestrear, un punto tranquilo en el río Bayarcal. Con una temperatura agradable y un par de pequeñas culebras viperinas (Natrix maura) que pudimos encontrar, los voluntarios realizan el último muestreo que haremos esta temporada en Sierra Nevada.

Tras el descanso para comer nos dirigimos a Alboloduy, para visitar la impactante Rambla de los Yesos y caminar entre sus escarpadas paredes.

Después de la ruta volvemos a Laujar, toca preparar la maleta y descansar bien ya que al día siguiente toca despedida y viajes de regreso.

Día 9, 1 de octubre

Una vez hecho todo el equipaje y desayunado, nos dirigimos a la estación de autobuses de Granada, donde dejaremos a los voluntarios después de un gran campo de voluntariado lleno de rutas y maravillosos paisajes en el Parque Nacional de Sierra Nevada.

 

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