El otoño se magnifica en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Día 1. Como suele ser habitual, los monitores recogen a los voluntarios en Sabiñánigo para dar comienzo al último campo de este año. Debido a la situación actual, los monitores dedican los primeros minutos al grupo para exponer el protocolo COVID-19 que nos acompañará durante estos días. Después emprendemos la marcha hasta Linás de Broto. A la llegada, los voluntarios reciben una charla sobre ACA y los proyectos que lleva a cabo actualmente. Así mismo, se concretan los objetivos, metodología, materiales, protocolos de desinfección y fundamentos del voluntariado que acaba de comenzar.

Día 2. Comienza fuerte el Campo de Voluntariado. La primera mañana nos ponemos en manos de los técnicos del Parque para ayudar con un proyecto de pesca eléctrica sin muerte para trasladar individuos de trucha común (Salmo trutta) aguas abajo de las Gradas de Soaso. Con ello se pretende reforzar las poblaciones de rana pirenaica (Rana pyrenaica) arriba de las Gradas de Soaso hasta Cola de Caballo. Ambas especies tendrán su espacio y ninguna competencia. Casi al mismo tiempo, se revisan las trampas para el proyecto de seguimiento de las poblaciones de topillo nival (Chionomys nivalis) colocadas los días anteriores para comprobar la presencia de este micromamífero por las zonas de canchales cercanas a Cola de Caballo y Gradas de Soaso. En uno de los dos puntos muestreados, el resultado es muy bueno, sin embargo, en el otro punto no hay tanta suerte y hay que volver a dejar las trampas un día más. Por la tarde no cesa la actividad y se realiza el primer muestreo en el río Arazas (OR-AR3).

Día 3. Gracias al personal del Parque, nuestros voluntarios llegan hasta las Gradas de Soaso por segundo día en vehículo. Cargamos esta vez con los materiales puesto que se realizarán los otros dos puntos que completan el muestreo en el río Arazas (OR-AR1 y OR-AR2), por lo tanto, después de comprobar de nuevo las trampas de topillo nival (Chionomys nivalis) dejadas ayer, nos ponemos en marcha para llegar hasta Cola de Caballo de nuevo y realizar el segundo muestreo. A petición del personal del Parque, se toman datos sobre la presencia de personas fuera del sendero para comprobar el respeto que las personas tienen con el lugar que están visitando.

Día 4. El ritmo no baja y nuestros voluntarios muestrean por primera vez el río Ara en el valle de Bujaruelo. Tras realizar dos puntos de muestreo (OR-BU1 y OR-BU2), realizamos una ruta para conocer mejor la fauna y flora de este valle que debería de ser parte de una futura ampliación del Parque Nacional. Por primera vez en este campo, hace su aparición la lluvia, que nos ofrece la presencia de la rana bermeja (Rana temporaria).

Día 5. Durante el quinto día, le damos un descanso a los voluntarios y realizamos una visita al Centro de Visitantes de Torla, para reforzar con fundamentos teóricos lo observado en el campo. Acudimos a la Pradera de Odesa para intentar localizar una especie de cerambícido en peligro de extinción muy interesante, la Rosalia alpina. Por desgracia y a pesar de ser lo normal, no conseguimos encontrar ningún individuo y hacemos un descanso para comer. Por la tarde, se les da a los voluntarios una charla sobre los macroinvertebrados acuáticos, para que observar más de cerca algunas de las familias y órdenes que hemos estado observando durante las limpiezas de las muestras. Por la noche, se realiza una salida nocturna en la que se puede escuchar el canto del cárabo (Strix aluco) y también sapo partero (Alytes sp). Además se observa una especie de murciélago (género indeterminado) y largas de mosquitos (Culex sp.) y caracoles acuáticos (Pomatia sp.).

Día 6. En un día marcado por la lluvia, nos encontramos por primera vez con el impedimento de no poder muestrear el punto del río Ara (OR-BU3) por el riesgo que conlleva. Las lluvias registradas la noche anterior han hecho imposible e inútil el muestreo, pero no nos amedrentamos y conseguimos realizar el muestreo en el río Bellós (OR-BE3). De camino al punto, realizamos una visita a la Quesería de Broto en la que nos explican con detenimiento la producción casera de su queso. Toda una muestra de emprendimiento local con productos locales.

Día 7. Retomamos la actividad en el río Yaga (OR-YA2) en compañía de una lluvia intermitente. Nuestros voluntarios se muestran profesionales y como recompensa, por la tarde recorremos la Ruta de los Miradores de Revilla. Al llegar al final de ruta nos visita un pequeño petirrojo (Erithacus rubecula). Acabamos el día llegando a Lamiana para pasar el resto de días.

Día 8. Por la mañana, nos visitan las dos aves necrófagas que habitan la zona durante todo el año, el buitre leonado (Gyps fulvus) y el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), que nos demuestran todas sus actitudes en vuelo. Después de pasar una mañana espectacular, retomamos el trabajo muestreando el segundo punto en el río Yaga (OR-YA3). Otra lluvia intensa nos pilla durante el muestreo y el camino de vuelta hasta la furgoneta, pero volvemos a Lamiana para poder descansar y reponer fuerzas.

Día 9. En el penúltimo día de voluntariado, vamos a muestrear dos puntos muy interesantes. El primero pertenece al río Bellós (OR-BE2), es el punto más alto de este río. El otro punto está en el río Aso (OR-AS2) y es un punto elegido por el Parque para estudiar el impacto de los escaladores sobre la fauna acuática y el nivel de calidad del agua. El segundo punto tiene el agua revuelta y con mucho caudal, pero no lo suficiente como para que nuestros voluntarios se muestren a favor de realizar el muestreo. Con estos dos puntos se completan los muestreos, así que obsequiamos a los voluntarios con una ruta por el Valle de Vió para conocer algunos de sus pueblos.

Día 10. Visitamos el muladar que gestiona la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) para que nos cuenten la importante labor que realizan las aves necrófagas y las interesantes características que las hacen únicas. Para completar nuestra colaboración con el importante proyecto que llevan acabo los compañeros de la FCQ, acudimos al Ecomuseo en Aínsa. Por la tarde, acudimos a Tella para realizar la ruta de las Ermitas y observar el Dolmen. Nos despedimos del voluntariado desde las alturas del valle de Escuaín.

Día 11. Acercamos a los voluntarios a Sabiñánigo con la satisfacción de haber superado muchas adversidades y poder cumplir con la mayoría de los muestreos.

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