Ordesa y Monte Perdido, paraíso también en otoño

Primer día (15/09/2021)

Con la emoción del primer día, nos levantamos y desayunamos temprano en “El último Bucardo” para empezar llenos de energía nuestra pequeña aventura.

Nos subimos en la furgo con el rumbo puesto en el valle de Ordesa, el paraje más emblemático y visitado del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, donde pasaremos nuestros primeros días. Nada más llegar a la Pradera, nos quedamos sin habla al ver la diferencia de altura del fondo del valle a las partes más altas.

Cargamos todo el material y fuimos a hacer el primer muestreo del voluntariado en el río Arazas.  Aprendimos de manos de nuestros monitores como realizar un muestreo de macroinvertebrados, físico-químico y caudal. La tarea no fue fácil, debido a la velocidad con la que venía el agua del río provocada por las lluvias del día anterior, la muestra no ha sido representativa, pero hemos aprendido las distintas técnicas.

Acabando nuestro trabajo, recibimos la visita de Fernando y María, técnicos del parque, para acompañarlos en el muestreo de un coleóptero (Osmoderma eremita) por el bosque de Turieto.

Recogimos muestras de mulch de los ejemplares de Haya que viéramos que la vida del escarabajo fuera viable. Buscábamos árboles en proceso de descomposición.

Por la tarde hicimos una ruta por el valle y visitamos las impresionantes cascadas del Estrecho y la Cueva, enormes saltos de agua que han labrado toboganes en la roca caliza.

Segundo día (16/09/2021)

Es el segundo día, y nos levantamos con los primeros rayos de sol listos para una nueva aventura, hoy toca muestrear en Cola de Caballo.

Como el día anterior, aparcamos en La Padrera de Ordesa, pero esta vez para adentrarnos en su valle. Tras un largo camino ascendente en el que pudimos ver muy cerca y apartar del camino a dos tritones pirenaicos, llegamos al circo de Soaso y nos dimos cuenta que el esfuerzo había merecido la pena, quedando impresionados con las imponentes vistas. En esta zona pudimos avistar varias marmotas, una manada de más de 20 rebecos, y una gran variedad de aves como colirrojo, acentor o mirlo acuático.

Siguiendo el curso del río Arazas, finalizamos la ruta al llegar a la preciosa cascada llamada “Cola de Caballo” emergiendo entre la Punta Tobacor y el Macizo del Monte Perdido.

Una vez asentados, comenzamos muestro primer muestreo del día en Cola de Caballo. El agua estaba algo turbia y revuelta de la tormenta del día anterior, pero terminamos el trabajo.

Ya recogiendo, comenzaron a caer las primeras gotas, nos preparamos y partimos hacia el refugio. Al llegar, no entraba ni una persona más y esperamos intentando resguardarnos pegados a la pared, pero la lluvia se intensificó y decidimos volver sin realizar el segundo muestreo en las Gradas de Soaso planificado para ese día.

La bajada fue dura, empapados y sin parar de llover ni un solo segundo, pero finalmente llegamos a la pradera de Ordesa sanos, salvos y contentos.

Nos fuimos al albergue a comer y recuperarnos, (nunca una ducha sentó tan bien) y nos fuimos a disfrutar de una tarde más despejada al valle de Bujaruelo, donde realizamos un muestreo en el río Ara y dimos un pequeño paseo viendo el puente Romano y los alrededores.

Tercer día (17/09/2021)

Ya recuperados y secos, nos levantamos temprano para preparar nuestras mochilas, hoy nos cambiamos de alojamiento al valle de Escuaín en Lamiana. Pero antes, volvimos a subir a las Gradas de Soaso para realizar el muestreo que no pudimos hacer el día anterior.

Subimos rápido y con ganas para aprovechar el día, y realizamos el muestreo satisfactoriamente, aunque con el agua un poco turbia debido a la tormenta.

Bajamos de nuevo a la pradera y nos despedimos del valle de Ordesa para poner rumbo hacia el valle de Escuaín. Pero antes, paramos a comprar unos ricos quesos artesanos y comer en una bonita pradera.

Por la tarde muestreamos en el río Yaga en la garganta de Escuaín, haciendo un camino corto, pero con un gran desnivel para llegar al punto de muestreo.

Terminamos el día con una rica cena y preparados para seguir conociendo rincones del parque nacional.

Cuarto día (18/09/2021)

Nos levantamos el cuarto día en la Lamiana, bien descansados y con un día más tranquilo que los anteriores por delante.

Empezamos el día visitando Aínsa, uno de los pueblos cercanos al parque, con su espléndido casco antiguo. Algunas gotas de lluvia nos reciben al entrar en el pueblo, pero nada comparado con aquellos rayos que nos acompañaban a la bajada de Cola de Caballo.

Al llegar al castillo visitamos el Museo Geológico del Sobrarbe que nos cuenta qué hay bajo las rutas que hemos recorrido y el por qué de los paisajes que hemos visto.

Tras esta visita, entramos en el Ecomuseo de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ). Disfrutamos de la exposición que nos enseña los valores naturales y culturales del parque y la historia de un ave tan emblemática como es el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus).

Después de la exposición, Noemí Cambra, bióloga trabajadora de la fundación, nos da una breve charla sobre los problemas que sufre la especie y los proyectos que llevan a cabo. Para finalizar la visita nos enseñan las aves rescatadas irrecuperables que tienen en el centro y que sirven para proyectos de cría y sensibilización ambiental.

Volvemos a la Lamiana para comer resguardados de una lluvia que se intensifica poco a poco y amenaza con impedirnos muestrear por la tarde. Sin embargo, nos aventuramos al valle de Escuaín, cruzando los dedos para que las nubes nos respeten durante el muestreo.

Para sorpresa de todos así fue, muestreamos sin dificultades y tuvimos una ruta de vuelta con un atardecer espectacular mientras se disipaban las nubes.

Quinto día (19/09/2021)

Amanece despejado, buenas noticias para los voluntarios que ya se despiertan temerosos de la meteorología.

Terminados los muestreos del sector de Escuaín, nos dirigimos al Cañón del Añisclo con sus impresionantes vistas y una carretera sinuosa que se disfruta por recorrer el cañón desde dentro.

En el aparcamiento de San Urbez nos esperan trabajadores del Instituto Pirenaico de Ecología para llevarnos por una breve ruta guiada donde nos hablarán sobre una especie de planta endémica muy especial, Petrocoptis crassifolia. Esta planta tiene una distribución muy restringida y características ecológicas que la hacen muy singular.

Tras despedirnos llevamos a cabo dos puntos de muestreo que se encuentran cerca del aparcamiento, uno en el río Aso y otro en el Bellós. Parece que por fin el tiempo acompaña y podemos muestrear las frías aguas de Ordesa con un poco de sol calentándonos mientras tanto. Ambos muestreos se realizan sin incidentes y a buen ritmo, los voluntarios ya tienen práctica y realizan las tareas de forma fluida y sin titubeos.

Con el trabajo hecho, comemos a la orilla del río mientras algunas lavanderas cascadeñas (Motacilla cinerea) llevan a cabo su incesante búsqueda de alimento sin prestar atención a que las estemos observando.

Por la tarde visitamos Revilla y la ruta de los miradores aprovechando la energía, aparentemente inagotable, de un grupo de voluntarios que quiere aprovechar los últimos días que quedan de voluntariado.

Con un día bien completo a las espaldas regresamos al albergue donde nos espera una deliciosa cena que nos ayudará a reponer fuerzas para el último día.

Sexto día (20/09/2021)

Por último, nos queda un día con bastantes cosas que hacer. Empezamos la mañana visitando el comedero de aves necrófagas gestionado por la FCQ. Nos acompaña Álvaro González, otro de los trabajadores de la FCQ. Él se encarga de llevar el alimento y darnos una charla sobre el proyecto del muladar y su funcionamiento.

Segundos después de que Álvaro deje la comida en el sitio habitual, aparecen los primeros buitres leonados (Gyps fulvus) que ya conocen el funcionamiento del lugar. Aparecen decenas de ellos y los voluntarios observan con gran interés las interacciones que se dan entre los individuos del grupo. Mientras se establecen jerarquías y se escuchan las peleas de los buitres, aparecen cuervos (Corvus corax) y milanos reales (Milvus milvus), visitantes oportunistas que esperan pacientes para ver si sobra algún pedazo de carne.

Fascinados por presenciar un momento tan inusual como es la alimentación de estas especies, tan importantes para el ecosistema por eliminar del medio cadáveres que son fuentes de enfermedades, nos dirigimos al que será el último punto de muestreo del campo.

El último punto por hacer está de nuevo en el cañón del Añisclo, un punto fácil que los voluntarios realizan con ganas ya que será el último. Comemos de nuevo junto al río mientras revolotean a nuestro alrededor especies de mariposas como la niña coridón (Polyommatus coridon) y algunas zygaenas (Zygaena sp).

Para acabar el día vamos a Tella, pueblo con una amplia historia y al que se le relaciona con brujas y magia. Recorremos la ruta de las ermitas y acabamos visitando el museo Casa de la Bruja, donde nos explican de donde vienen dichas historias y la cultura tradicional de este interesante pueblo.

Regresamos a la Lamiana para descansar la última noche y tener preparada la maleta para al día siguiente partir de regreso.

Séptimo día (21/09/2021)

Nos despedimos de la gente del albergue que tan bien nos ha cuidado y partimos a Sabiñánigo donde dejaremos a los voluntarios, con la satisfacción de haber realizado un buen trabajo y haber conocido un poquito más un sitio tan impresionante como es el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.